Algunos usuarios sociales de los medios han apilado alabanza en las imágenes, mientras que otros expresaron la preocupación por si es aceptable que una persona no-china se adorne con los artículos de la historia y de la cultura del país.
“Ella rompió pero… no es….esa… apropiación cultural?!?!” escribió a un usuario de Twitter, con “roto” siendo un término para los grandes elogios. El “amor Rihanna sino nosotros no puede aceptar todo que ella lo causa es ella,” escribió otros.
El discusión sobre la apropiación cultural -- quién puede llevar qué, y bajo qué circunstancias -- ha existido por años, aunque ha llegado a ser cada vez más destacado.
Justo el mes pasado, acusaron a Kim Kardashian West de la apropiación cultural después de que ella pusiera en marcha una marca de la ropa interior llamara a Kimono -- también el nombre de una ropa japonesa centenaria. Han llamado varios otros modelos y diseñadores para la apropiación cultural estos últimos años -- Karlie Kloss para vestirse como un geisha japonés en las páginas de Vogue, Gigi Hadid para ser diseñada con un afro (también en Vogue) y Kylie Jenner para los cornrows que llevan.
